“En mis estudios de astronomía y filosofía sostengo esta opinión sobre el universo, que el Sol permanece fijo en el centro del círculo de cuerpos celestes, sin cambiar su lugar; y la Tierra, girándose sobre sí misma, se mueve alrededor del Sol”.
GALILEO GALILEI
Es curioso que sigamos utilizando la idea de lo natural como categoría de verdad, o incluso de bien, y después necesitemos gafas para conducir o usemos el móvil con toda tranquilidad. Aceptemos quimioterapia contra un cáncer o sostengamos impositivsmente respiración asistida para mantener un organismo latiendo.
Los usos más habituales de lo natural en el lenguaje común son la familia natural, o las relaciones sexuales naturales, que violentan la intimidad y expresión afectiva de millones de personas en todo el mundo y llegan a destruir su autoestima e identidad por antinaturalizar su deseo, acabando incluso con su felicidad, con sus vidas en muchos casos.
No obstante, no escapamos a la dictadura de lo natural en ningún ámbito ni desde ningún espacio ideológico.
Desde luego hay también un criterio de lo natural en creer que el planeta debe ser verde y las especies animales deben ser protegidas para que no se extingan. Hay un extraño uso de lo natural cuando se separa al ser humano del resto de seres vivos de la tierra, siendo el primero el enemigo de todo lo demás que sí tienen la suerte de ser naturales siendo el humano humano sin embargo un agente extraño o que produce artificialidad.
Hay una pretensión manipulada de lo natural en ese discurso que concibe al ser humano como naturalmente bueno, tolerante y generoso ante el otro, y que solo la perversión de ciertos discursos lo malogra, ¿no hay también en el origen de las sociedades y en los comportamientos más primarios y pulsionales una preferencia por lo propio en confrontación con lo extraño o lo diferente, una preferencia de la comunidad frente al extranjero, una xenofobia originaria? ¿No es natural la violencia entre enemigos? ¿No se agrupan, excluyen y violentan despectivamente entre ellos los infantes, a los que tantas veces idealizamos por su pureza y naturalidad?
Decir que el amor solo es amor cuando toma la forma del cuidado y la libertad, o que el trabajo es enajenante y perjudicial en sí por su condición de artificialidad, ¿no decía Marx que al ser humano lo define su capacidad productiva, ya que tiene autoconciencia y deseo de realización más allá de sus instintos y por tanto produce los objeto que colman su deseo?
Asignamos la categoría de natural a aquello que queremos imponer o prohibir por un prejuicio moral. Censurando así lo contrario, no por desprecio, intolerancia o crueldad, sino por una especie de designio divino que inválida o castiga lo anti-natural.
Lo natural, es un debate político, no científico. Es un debate moral.
“Cuando un juicio no puede enunciarse en términos de bien y de mal se lo expresa en términos de normal y de anormal”.
Michel Foucault
Es curioso que sigamos pensando lo natural como un criterio de lo bueno. Más curioso aún, ridículo quizá, ingenuo y a la vez malévolo, es que sigamos pensando que existe lo natural.
Si no existe lo natural, la última trinchera de la verdad, mazo histórico del poder, toda reflexión es un problema moral, toda acción una cuestión política. Pero sin asideros, sin legitimidad, ni bien, ni mal, ni certezas.
Eso es la angustia, y la angustia angustia.
Por eso preferimos engañarnos y huímos hacia Grandes Verdades. Dios o Madre Tierra o Ética de los cuidados, eso es lo de menos. Allí hay certezas, un origen natural y bondadoso al que regresar. A cuantos decapitemos por el camino nada importa en pos de un bien mayor.
Jorge Burón
Aunque, coloquialmente, sé diferenciar entre natural y artificial, en la práctica no sé diferenciarlo. Me gusta leer a gente como Arsuaga o Desmond Morris, que explican muy bien el origen de algunos comportamientos humanos, pero sigo sin saber si llevar gafas es natural (para mí lo es). Y las gafas, como tú mismo apuntas, son solo una representación de otras cosas que son difíciles de clasificar como naturales o artificiales.
Hablando coloquialmente: no creo que el que algo sea natural haga que, solo por serlo, sea bueno.
P.D.
Habitualmente leo por placer o por trabajo (que muchas veces también es un placer). A ti no sé por qué te leo pero, como un idiota, aquí estoy todas las semanas leyéndote. Por trabajo no es.